miércoles, 15 de septiembre de 2021

ACTA 1

Hoy he comenzado a escribir. 

No sé en qué momento empecé a sentir el Yermo, a habitarlo o a ser habitada. Pienso que fue ahora, después de la pandemia, ahora que todo vuelve a ser como antes o como ahora, normal, vacío, plano...no lo sé.

La falla---London---la rabia---la pandemia---

No sé qué voy a hacer, qué va a salir ni qué formato tendrá. No sé en este caso qué final-idad, pero necesito crear algo, hacer y crear. Necesito entrar en un proceso artístico. 

Los días se me empiezan a repetir en las bellas y pequeñas cosas, un lugar concreto donde habita la bella y pequeña felicidad, y no la infravaloro. Tal vez sea que me cerca demasiado lo ordinario, lo vacío que me vacía.

Hoy he comenzado por donde lo dejé, han pasado muchos años, 12 guiones, ------------. 

Hoy llovía, ¡qué suerte he tenido! 

Hoy es el día 1. Me he quedado en casa para escribir.

He sacado todo el material que viajó en mi maleta durante años y que acabó habitando de nuevo mi casa, lo mismo que yo. 

Cuadernos, libros, documentos en mi ordenador y un boceto. 

Buscar un material antiguo te obliga a ver de nuevo aquella película que tanto te impresionó y que nuevamente te impresiona. Por eso he sentido miedo. 

He abierto el cuaderno de anotar como cuando abrí de nuevo mi blog hace 1 año. He sentido el mismo miedo y las mismas ganas de huir de mí. He limpiado el polvo de los libros que compré para encontrar información y escribir este monólogo y que nunca abrí

He conectado el disco duro. Ha sido curioso porque lejos de emocionarme en un principio y querer huir, he pasado horas buscando tanto material que escribí en Londres en 2012, no lo encontraba y he buscado obsesivamente por todas las carpetas. Ha pasado tanto tiempo que ya no estaba segura de si lo había escrito, pero miraba una y otra vez todo lo que estaba tachado en el cuaderno y tenía grabada en mi cabeza la imagen de una fotografía de Cindy Sherman, Mujer frente al teléfono. Esto ha sido lo que ha hecho que siguiese buscando obsesivamente, abriendo y cerrando carpetas varias veces y preguntando a mi disco duro si me podía por favor encontrar monólogo, Olga, olga... Algo ha debido cambiar sin que yo fuera consciente y finalmente ha aparecido. No he sentido miedo ni ganas de huir después de tanto buscar en los archivos. Ha sido muy emocionante ver y sobreleer lo que hay escrito. Me ha sorprendido cuánto hay hecho en el boceto. 

Desde que todo esto empezó a girar en mi cabeza no sabía qué iba a hacer, solo que quería escribir. Pero voy a continuar aquello, aunque ya no sé qué será. Se trata de coser y de escribir, aquí, en mi casa, yo sola.

Me preguntaba si la creatividad llega antes del Yermo o durante o si simplemente llega al comenzar a escribir. 

Recuerdo que en 2012, antes de irme a Londres, apenas dormía, me quedaba escribiendo el blog hasta muy tarde. 

Voy a escribir cada martes, por la tarde, en mi casa, sola, con el teléfono desconectado y sin pensar en comer, cocinar o en acostarme a las 11. Cada martes al terminar escribiré un acta del proceso y la enviaré a mis lectores. Necesito creer que me están leyendo.



2 comentarios:

Unknown dijo...

Me gusta, me llegas, no sé si te preocupa màs el fondo que la forma Sin duda sabes transmitir tu sentir, vivir.Cuenta conmigo Eres tan natural, tan directa, tan...ESPECIAL

la mujer del sombrero de ala ancha de caracol dijo...

Gracias, estoy dándome cuenta ahora de estos comentarios y los agradecía tanto.
Estoy una vez más en ello y con plazos.
Escribir es mi lugar ahora.
Mi mente se libera y sigue.