Hoy he comenzado a escribir.
No sé en qué momento empecé a sentir el Yermo, a habitarlo o a ser habitada. Pienso que fue ahora, después de la pandemia, ahora que todo vuelve a ser como antes o como ahora, normal, vacío, plano...no lo sé.
La falla---London---la rabia---la pandemia---
No sé qué voy a hacer, qué va a salir ni qué formato tendrá. No sé en este caso qué final-idad, pero necesito crear algo, hacer y crear. Necesito entrar en un proceso artístico.
Los días se me empiezan a repetir en las bellas y pequeñas cosas, un lugar concreto donde habita la bella y pequeña felicidad, y no la infravaloro. Tal vez sea que me cerca demasiado lo ordinario, lo vacío que me vacía.
Hoy he comenzado por donde lo dejé, han pasado muchos años, 12 guiones, ------------.
Hoy llovía, ¡qué suerte he tenido!
Hoy es el día 1. Me he quedado en casa para escribir.
He sacado todo el material que viajó en mi maleta durante años y que acabó habitando de nuevo mi casa, lo mismo que yo.
Cuadernos, libros, documentos en mi ordenador y un boceto.
Buscar un material antiguo te obliga a ver de nuevo aquella película que tanto te impresionó y que nuevamente te impresiona. Por eso he sentido miedo.
He abierto el cuaderno de anotar como cuando abrí de nuevo mi blog hace 1 año. He sentido el mismo miedo y las mismas ganas de huir de mí. He limpiado el polvo de los libros que compré para encontrar información y escribir este monólogo y que nunca abrí.
He conectado el disco duro. Ha sido curioso porque lejos de emocionarme en un principio y querer huir, he pasado horas buscando tanto material que escribí en Londres en 2012, no lo encontraba y he buscado obsesivamente por todas las carpetas. Ha pasado tanto tiempo que ya no estaba segura de si lo había escrito, pero miraba una y otra vez todo lo que estaba tachado en el cuaderno y tenía grabada en mi cabeza la imagen de una fotografía de Cindy Sherman, Mujer frente al teléfono. Esto ha sido lo que ha hecho que siguiese buscando obsesivamente, abriendo y cerrando carpetas varias veces y preguntando a mi disco duro si me podía por favor encontrar monólogo, Olga, olga... Algo ha debido cambiar sin que yo fuera consciente y finalmente ha aparecido. No he sentido miedo ni ganas de huir después de tanto buscar en los archivos. Ha sido muy emocionante ver y sobreleer lo que hay escrito. Me ha sorprendido cuánto hay hecho en el boceto.
Desde que todo esto empezó a girar en mi cabeza no sabía qué iba a hacer, solo que quería escribir. Pero voy a continuar aquello, aunque ya no sé qué será. Se trata de coser y de escribir, aquí, en mi casa, yo sola.
Me preguntaba si la creatividad llega antes del Yermo o durante o si simplemente llega al comenzar a escribir.
Recuerdo que en 2012, antes de irme a Londres, apenas dormía, me quedaba escribiendo el blog hasta muy tarde.
Voy a escribir cada martes, por la tarde, en mi casa, sola, con el teléfono desconectado y sin pensar en comer, cocinar o en acostarme a las 11. Cada martes al terminar escribiré un acta del proceso y la enviaré a mis lectores. Necesito creer que me están leyendo.
2 comentarios:
Me gusta, me llegas, no sé si te preocupa màs el fondo que la forma Sin duda sabes transmitir tu sentir, vivir.Cuenta conmigo Eres tan natural, tan directa, tan...ESPECIAL
Gracias, estoy dándome cuenta ahora de estos comentarios y los agradecía tanto.
Estoy una vez más en ello y con plazos.
Escribir es mi lugar ahora.
Mi mente se libera y sigue.
Publicar un comentario