martes, 15 de julio de 2014

Balance


1.- SÍ 1    NO 2

2.- SÍ 2    NO 1

3.- SÍ ?    NO 2

4.- EL VACÍO





- ...?

- Sí, soy yo.

- Pase.

- ¿Es usted artista?

- ...

- Siguiente...

Salí de aquel despacho como cuando me quedo cegado con el sol. Es una sensación que me desorienta y en cierto punto, me hace olvidarme de donde estoy. 
Siempre que empiezo a desarrollar esta idea imagino que soy escritor. Soy escritor y comienzo a escribir, a escribir esta idea y al momento siento que me aburre, que no tengo nada que decir, que estoy vacío.

Número 4

Decidí caminar hasta casa (uso este verbo porque soy escritor y quiero dar un tono de novela negra).
Encendí un cigarrillo y chupé fuerte. Últimamente el tabaco me daba asco, pero me hacía más hombre. Paré en el bar de la esquina y me tomé un par de cañas. Dejé el aperitivo, mi cuerpo chupado y alcoholizado jugaba de nuevo a su juego favorito. 
Salí del bar, el sol me cegaba, me debilitaba otra vez y me sentía atontado. Necesitaba dormir, sí, eso es, necesito dormir.
Ahora todo era mejor, tenía un objetivo de nuevo, me sentí aliviado. Iría a casa, me desnudaría, bajaría la persiana y me dejaría caer en la cama.
Me metí la mano en el bolsillo, encontré mi diminuto lapicero, mi libreta desgastada, el bolsillo roto, lleno de piedras.
Me chupé la punta del dedo antes de pasar la página de mi novela aún sin terminar.

- Pase por favor.

-

Llegué a casa cegado, perdido, borracho, ya no me quedaban cigarrillos. Me fijé en mis manos, el dedo índice estaba amarillento por la nicotina.
Me decidí a escribir, iba a escribir, iba a escribir en ese mismo momento. En el parque. 
Comenzó a lloviznar, la lluvia se fue diluyendo en la plaza, gotas de lluvia y arena, derretidas, desvencijadas...

Me quedé sentado, mirando el paso simultáneo de los peatones al cruzar el paso de cebra.

                                                                      FIN

No hay comentarios: