jueves, 23 de enero de 2014

...Thursday...


Ahora tengo un nuevo trabajo, apagar fuegos. Es muy interesante, creativo y hasta bonito; lo único malo que tiene es que es poco ecológico y a mí la ecología siempre me ha preocupado muchísimo.
Cada mañana me despierto llena de esperanza, ¿cuál será mi próximo fuego? ¿será grande? ¿será peligroso? ¿habrá víctimas, heridos leves, graves, mujeres, niños, ancianos, hombres con pelos en el pecho...? Intento entonces aguantar cinco minutos más en la cama, porque de verdad que la ansiedad por ducharme, vestirme de bombera y ponerme el abrigo casi me hace olvidar, cada día, que tengo que pasar quince minutos serenamente delante de mi té y prepararme el lunch.

Esta semana no ha habido muchos fuegos en London y la verdad que eso me hace deprimirme bastante, pero le he prometido a Ella que no voy a estar triste, que la ciudad está llena de incencios y de peligros y que aunque yo solo esté en la brigada de fuegos pues que it´s coming. Vamos que seguro que con el tiempo todo irá mejor y podré salir corriendo en cuanto suene la trompeta del móvil, a no sé dónde.

Aunque la verdad, no se lo he dicho, pero está lloviendo tanto...

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