domingo, 10 de diciembre de 2023

SFL


Hoy he comido sola en un restaurante por primera vez en mi vida...¿recuerdas?, así empezaba la película japonesa de la Grulla agradecida...no recuerdo el director...mmm...¿te acuerdas tú?, nos encantó, era un día de agosto, el calor era asfixiante, pero nosotras estuvimos media hora bajo el sol en la Plaza de España hablando de lo que habíamos sentido viendo la película.

Éramos más jóvenes que hoy y el calor no nos asfixiaba, después tú te marchaste y no volvimos al cine cada lunes a la primera sesión.

No sé por qué hoy me acuerdo de ti, se me confunden los recuerdos y ya no sé si de verdad éramos nosotras. Hace mucho tiempo que no nos vemos.

Hoy he comido sola en un restaurante por primera vez en mi vida, creí que esto nunca me ocurriría a mí...yo, la perfecta esposa, la que no sabía hacer reservas de hotel por teléfono, y tú siempre te reías, encantador, feliz y yo, pues te sonreía y miraba por la ventana con la mirada perdida, sentada en la cama, en enaguas, casi a punto de vestirme y tú, no me besabas, salías de la habitación y ya me habías olvidado, pero yo no comía sola en un restaurante por primera vez...

Llevo varios días encerrada en casa, he bajado las persianas, sin embargo escucho la lluvia. Me gustaría que la vida pudiera pararse cuando yo bajo las persianas. Estoy en silencio, no recuerdo el sonido de mi voz y eso me calma. 

Tú siempre te reías porque decías que mi voz era demasiado aguda, ¿demasiado...? Supongo que pensabas que no reconocía los matices, matices...mis palabras se confunden y no puedo reconocerlas, parece que hablo un idioma que desconozco, tengo fiebre. La enfermera acaba de entrar con más calmantes, no sé dónde estoy, se escucha la llegada de los aviones, la sirena en la ciudad, las bombas, estoy a salvo escucho que me susurras al oído. 

- Soledad, tranquila cielo, ya no duele.- me dices.

Has venido, estás a mi lado, serena, me coges la mano y me miras con ternura, tuerces la boca en esa mueca tuya que nunca he sabido descifrar. Cierro los ojos y no sé qué decir más, todo lo que me has contado que has sentido al ver la película me desborda, siempre me he confundido en tus pensamientos, en tus argumentos, en tus emociones, las hacía mías porque me resultaba así más fácil no tener que explicarme... 

Sin embargo ahora estás callada, no quieres hablarme porque estoy débil. 

Ya no duele, me has dicho, y yo te creo, siempre os divertíais conmigo, a Elías y a ti os parecía tierna mi ingenuidad, ese creer que siempre estabais en serio. 

- Lucía, duele, duele mucho, pero me alegro de estés aquí.

Mamá llegó tarde, el café se derramó en la mesita del Café de la calle del Nuncio, no la llamé por teléfono, no sé por qué, nunca sé explicarme por qué hago las cosas, tú siempre me lo repetías...Sole, pero ¿por qué has hecho esto?, ¿por qué Sole? ¿por qué...?

Ahora, mientras tejo detrás de la persiana, el viento la comba, apenas distingo el color de los hilos, me duele la piel, rota, desvencijada, sola.

Tengo frío, no quiero salir, me asusta el sonido del viento en la ventana, la bombilla se fundió ayer. Me encuentro aturdida. Creo que están llamando al timbre...

- Señora Web, señora Web...¿está usted bien?, por favor, abrá la puerta, señora Web...

Escucho las voces de mis vecinos, cerré la puerta, me senté en la cama aún con la enagua puesta y no recuerdo dónde dejé las llaves. Sonrío amarga imaginando que te las has llevado, que me dejaste encerrada sin saber, en nuestra casa, que ya no puedo salir, que no puedo abrir cuando suena el timbre. No me muevo. Pienso otra vez que me gustaría poder detener la vida dejando de respirar. 

Escucho un estruendo, pasos, alguien ha entrado en la habitación y me está mirando, se aproxima despacio, como quien se acerca a coger un pájaro herido y no quiere que eche a volar, trae una manta en la mano. 

De pronto me doy cuenta de que no estoy vestida, de que no eres tú. Siento vergüenza, me tapo con los brazos y entonces él llega y me cubre con la manta, como quien recoge un pájaro herido y lo coloca debajo del flexo del estudio, esperando que no muera. 

- No te reconozco, has cambiado, ya no me haces feliz, márchate, márchate, márchate...

Y lo repito hasta que mi boca se seca y ya no puedo articular palabras, me quedo sin aliento, en las comisuras de mis labios se me han formado unas bolitas blancas de saliva reseca. Huelo a viejo, hay polvo en mi pelo, huele a ceniza a soledad a vacío...creo que he perdido el control, los auxiliares entran violentamente en el cuarto y me sujetan por los brazos, no puedo moverme, tampoco me resisto, ya no huele a flores.

Hoy he comido sola en un restaurante por primera vez en mi vida, no tenía hambre, te soy sincera, no me he puesto la enagua y me siento desnuda. Mientras espero a que venga el camarero siento que todos me miran, que ven mis bragas y mis pezones erectos, quiero salir corriendo, pero tengo miedo a orinarme mientras corro. Ya he pedido el menú y no he pagado. Tengo dinero. Nunca he pedido la cuenta en un restaurante. No he sabido que responder al camarero cuando me ha preguntado qué deseaba beber. Llevo el abrigo puesto y aún no me he quitado el chal que cubre mi cuello. 

El camarero me mira por el rabillo del ojo, me siento incómoda, no me sale la voz. Ha entrado una pareja y se dirige a ellos para
acomodarlos. 

Grito, grito al camarero con mi voz chillona que se me quiebra a la mitad y le grito:

- Vino, vino, quiero vino, una copa de vino blanco y la carta por favor.

Me ha mirado atónito, compasivo.

- Sí, señora, vino blanco de la casa. Enseguida.

Miro por el ventanal del restaurante, se ve el mar si te inclinas, me estiro por encima del marco de la ventana y allí está.



domingo, 5 de noviembre de 2023

CHM

Amigas analógicas

Esta noche me has llamado, yo estaba mirando
mi plato de comida cuando ha sonado el teléfono, me he sonreído porque no tenía hambre y me parecía divertido dejar enfriar la cena. Divertido...¿es esto divertido? Sin querer he dejado de sonreírme.

Casi me cuelgas porque nadie descolgaba el teléfono, sigue siendo descolgar cuando tocas con un dedo la luz verde de tu móvil...no lo sé. 

Estos días hace frío y de pronto tu voz, ha calentado la casa, los gatos lo han notado, porque han venido corriendo a la cocina y se han tumbado ronroneando junto a tu voz, yo tenía el teléfono en altavoz y mientras retiraba mi plato de la mesa, los gatos ni se han inmutado ya con los ojos cerrados, lejanos, como los veo cada vez se deleitan.

Me has hablado de lo que significa momento y yo pensaba, cómo puedo entender momento cuando estoy más atrás, más adelante, delante, detrás, detrás y un poquito delante. Pero tú, tan determinada en tus palabras, seguías explicándome lo que significa momento y yo, dejaba pasar el tiempo como se enfriaba mi cena y escuchaba tu voz entre el ronroneo de los gatos. 

Me quedé mirando la comida ausente y tú me decías de fondo que los momentos pueden estancarse y que el agua del estanque huele a rana, que si no me acordaba de cuando éramos adolescentes y nos salpicábamos con el agua estancada mientras nos decíamos que cuidado con los peces...peces de color naranja que nadaban entre verdín para que no pudiéramos mirarlos y giraban y daban vueltas infinitamente alrededor del perímetro de la pequeña fuente de piedra.

Los peces no aman, los peces no sufren, la vida no es una canción, no es un poema, no es amor. Se me cae el teléfono al suelo y los gatos se asustan, la cocina se queda en silencio y tú dejas de hablarme, tengo frío, tengo hambre, pero la cena ya está fría. 

En la calle también el ruido se ha detenido. Mi cabeza resuena no es amor...me gustaría colgarte, salir corriendo, llamarte mentirosa, como cuando éramos adolescentes y no queríamos crecer. Pero no lo hago, porque me gusta el sonido de tu voz, de las palabras que salen del teléfono. Los gatos han vuelto. Olga, ¿estás bien?, me dices y yo sí, sí, estoy bien, es que se me ha caído el móvil al suelo, perdona, qué me estabas diciendo...

Me dices que nos arrebata la estética, que nos enamoramos de enamorarnos, que nos enamoramos del sonido de las palabras al enamorarnos, que nos enamoramos de la luz de un momento cuando estábamos enamorándonos, de un balcón, de una calle, de una ciudad.

Y yo otra vez me distraigo, ¿has dicho momento? y me quedo pensando en la palabra momento mientras tú sigues hablando, momento pienso, momento, ¿qué querrá decir? y entonces uno de los peces naranjas que había saltado del estanque agonizaba, tú saliste corriendo con tus grandes botas, lo recogiste, lo lanzaste al agua y te quedaste mirando como nadaba otra vez, las dos empezamos a reírnos sin saber por qué.

- ¿Qué es el amor?, te pregunto.

- ¿Amor?...

- Sí, ¿qué es el amor?, ¿tú has llegado ha descubrirlo?

Sí, me dices, y me explicas con paciencia lo que es, mientras me sujetas de las manos para que pueda hacer equilibrios sobre la fuente y no me caiga al agua. Nos reímos otra vez y empieza a llover, corremos a casa, tenemos hambre y le pedimos a tu madre que nos prepare chocolate caliente, hace frío y nos hemos empapado cruzando el campo.

El amor es un hecho existencial sin cuerpo, sin tiempo, sin lugar, el amor es sentir y pasar, el amor te deja estacada en la tierra, mientras graniza y los surcos se anegan y se anegan. El amor no es poder, no es una guerra, no es eterno.

Se escucha un ruido de cristales rotos en el descansillo, la puerta del ascensor se ha caído y se ha roto el espejo de la cabina, escucho a los vecinos que suben y comentan en alto ¿qué es ese estruendo? Yo me agazapo muy quieta en la galería, como si yo hubiese roto el espejo, la puerta del ascensor. 

Olga, Olga...

Hemos aprendido viviendo, pasando los días. Llegamos todas a los mismos lugares porque caminamos los mismos caminos, pero a diferentes ritmos, por eso no nos encontramos más que en momentos. 

¿Me entiendes Olga?, ¿lo entiendes ahora?

Y entonces me mandas a la cama, te despides con un beso y me dices hasta pronto. 

Yo camino sonámbula, atravesando el silencio de mi casa silenciosa, me siguen los gatos y nos dormimos.


domingo, 20 de agosto de 2023

Love

This waiting,

These days thinking about you...tú,

This silent, this nowords.

Empty spaces without love, the gap in between this nowhere...

sequins,

glitter,

illusions,

nothing.

you...noyou...just you...

viernes, 18 de agosto de 2023

Volver del colegio

Cada tarde volvemos del colegio cogidos de la mano y entonces te acuerdas Avena y en un impulso infantil y suave te me escurres de mis dedos y corres afanado hacia el semáforo.


Cruzar


Cada día se repite cinco veces, uno sobre otro y siempre llegamos a tiempo, tú tan responsable en tu espera y yo en mi caminar lento Avena, porque sé que siempre te paras y me esperas y vigilas con tu mirada a los viandantes.


El semáforo ha parado, la luz parpadea y parece que los niños cruzan, tú me llamas desde el otro lado y te oigo y te veo, pero me quedo pensando en la distancia que nos cruza, en el recorrido que hace tu vida cada día desde la mano de tu madre hasta la mía.

Días que transcurren por las estaciones que se cuelan por las ventanas del colegio, mientras pasa el tren Avena y tú lo buscas de reojo bostezando de nuevo. Días extraños para mí, tiempo que no comprendo, porque es una vida que no presencio y tú, semilla, pizca de grano, Avena, ¿cómo podría ni siquiera comprender que tú, vives sin mí? 

Desde mi soledad puedo entender que me recuerdes, sin embargo no puedo razonarlo y lo ignoro y lo evito y llego cada día a esperarte. Te veo en tus cosas desde fuera, entiendo lo que piensas, imaginas y siempre te olvidas que es la salida del colegio, la libertad y entonces te llaman Avena, quienes no saben tu nombre y me miras y corres la rampa abajo para hacer cada día la curva de los pequeños pasos y nos vemos y sentimos la alegría de recordar que el día vuelve a ser nuestro, que estamos juntos.

Yo intento preguntarte con frases hechas que tú respondes rutinarias desde tu voz que aún está en un lugar que yo no conozco.

el hueco

El olor a lápiz que reconozco, el sabor a patio y a sudor, el tacto pegajoso de la piel respirada entre la mañana y la tarde a través de las horas. El ruido, el silencio forzado, la mirada perdida, la emoción, momentos que son tuyos Avena, y que nosotros desconocemos.

Me llamas, el semáforo se ha vuelto a poner en verde y el sonido que emite me despierta de mi ensueño, cruzo y te veo, llego a tu lado y te cojo de nuevo de la mano. 

Vamos a casa te digo.

The lighthouse

My thoughts and my dreams, my wishes, 

the water and the sky, the water in the sky.

The skay over my head is just liquid, fresh soft pure and salty,

comes to my heart and melts my sense, 

it is now colling down the love, freezing and stoning to last 

on the surface, permanently.

I touch it, touch her,

the stone dissolves its minerals all over my hands 

and they sculp your face,

some blurry, provisional image of you 

martes, 15 de agosto de 2023

he vuelto Avena, estoy a tu lado y la playa se vuelve cemento, tus manos buscan en los huecos que dejamos inconscientes, ignorantes del vacío que va horadando el agua y la arena, tú vigilas el mar y yo cuido de los bordes, las esquinas vacías por donde entran los cíclopes y te buscan, te guardo Avena, te recojo en mis sentidos y vigilo a los titanes para que no te lleven, tú dices que te da miedo muy lejos y que el mar viene, que viene y sales corriendo sin importarte que yo me quedo, que la ola podría mojar mis pies y no me tambalearía




vamos Avena, vamos allí, donde el agua está más cerca de nosotros y podemos recogerla para seguir construyendo, para mojar las torres que amasan tus manos de arena y que serán indestructibles, te distraes Avena, pero mis ojos vigilan, mi mirada no ceja, escucho el rugido del mar y me calmo, sin embargo, no puedo descansar, me inquieta el tiempo de la tarde, el recorrido constante de la luz en tu espalda, el brillo plateado del atardecer

quiero guardarte Avena, acotar tu mirada fija en un círculo en la arena, dibujar centeno en el surco de mi dedo para que huela freco, para sentir el crujido de la siembra y la simiente y cubrirlo con el mar, con este mar que nos ruge y nos silencia


construimos sin hablar, sin mirarnos apenas, soledando en nuestros vacíos que apenas ignoramos porque no son palabra

yo me he levantado para recorrer la playa, camino buscando sogas de algas y ramilletes, vigilo el centeno que nos crece en el surco de la playa, tú dentro Avena y yo a tu alrededor, nada te preocupa Avena mientras estás concentrado en tus castillos, sentimos el aire salado y mojado, la nube de salitre que nos vuelve de plata y que nos borra las caras, somos contraluces y nos reímos sin vernos porque te hace gracía lo que no tiene lógica y el sol se está poniendo y es difícil ahora mirarnos de frente, entonces te digo que vengas, que recogas tus juguetes, que nos vamos


 

lunes, 14 de agosto de 2023

pRiSm shshshshshshshs...


white light, niddle, sharp, nice

light come, come, come...like you are music, are you music, do you have any music...dj...dj...

go to sleep, don´t think, why to think, even don´t feel, don´t think

nowhere is here today, the day without any today, today isn´t in my heart anymore, time expires and I´m breaking my past, my future, breaking love and shoulders, breaking myselft, breaking the light

difficul to breath, today, there is not 

prism

yes, I see you, I can see you

white light, no light, dissapearing through the glass, come to me, break my cheast and never again be white

lunes, 31 de julio de 2023

July 10 2023 Whattsapp


I am sad, I am sad in this moment…then I’m going to close my eyes and I will try to do like it´s Sunday and I have my fun on, and I feel a little bit of fresh in this suffocating summer temperature…one day of July number 10th

I am sad and I could cry, but I can’t.

Today I thought I will make an audio for her, to say her name and let it record.

Her, who is she? Is she real? Is she a projection? Is she a scape? Is she real?

I don´t know, but I think I will know soon, because I’m going to look at her face from this stupid phone and I’m going to tell her: I love you, I want your body, I want your time, the time we can have, I want to feel you in my skin, being able to kiss you, I want to have you, I want to laugh with you, I want to walk next to you through the streets of London, through the streets of Madrid, through the streets of Burgos, on the beach, in Brighton, I want you take me by the hand, I want to be in you, even if it is just one evening.

I want something, anything.

I am talking to you when I was thinking about talking to myself.

To say what I want, suddenly it’s like to say what I am missing and at the same time, I don’t know if it is something silly I’m making up, something I´m trying to make up all these years.

I´m waiting for your call to tell you all these things, to tell you I love you and I want to do it, to try it.

I don´t care where, when, how much…specially how much. I don’t care.

I´m 54 years old and in this moment, I only care about now.

Now I am alone, and I am thinking about you like every fucking minute of these last years.

And I am going to send you this audio as I know you won´t understand, that is why.

domingo, 28 de mayo de 2023

Inocencia

Avena, te estado mirando esta mañana, llevo un tiempo mirando la inocencia.

Inocencia, es un estado, es un tiempo, unos días, instantes de momentos sin temor, sin pudor, sin miedo. 
La ignorancia. No sabes qué es el daño, no sabes qué la pena, no sabes de la soledad, del dolor, del sufrimiento o la derrota. 

Amado Avena, no sabrás de dónde vengo, yo soy tu abuela, tú no escucharás qué yo he perdido, que yo no pude agarrar entre mis dedos lo que amaba y se me escurría; tantas, tantas despedidas, tantos adioses. No sabrás lo que he sentido al hacer una maleta, al caminar bajo la lluvia de mis lágrimas ni tampoco, como se me agrietó el alma, y me quedé vacía. Como un día la vida no era más que un yermo y de cuando no quería ni creía. Nunca oirán tus labios de mi boca que me pude rendir, que odié, que clamé gritando al cielo en los parques, que la gente me miraba por la calle y sentía pena, pero no me hablaba porque mi dolor daba miedo. Y hui, cobarde, disuelta, anegada en lluvia, ignorante como tú ahora, con toda mi inocencia perdida. No te contaré que se puede pasar hambre para huir del terror de ser, que se puede dejar de comer, que no es posible consumirse y evaporarse, por mucho quieras, que lo único que puedes es adelgazarte y hacerte pequeña.

Yo me marché cuando no estabas, cuanto nosotros aún no nos conocíamos.

La inocencia es lo que tú guardas en tus dedos, puñaditos de alegría, tus carcajadas de granos de Avena que me explotan en la cara y me hacen también a mí reír. 

Esta mañana temprana me estás haciendo viajar, recordar que no tengo que olvidar, revivir que fui tristeza y no me duele el alma. Celebrar contigo que he caminado hasta ti por algunos caminos que no me acuerdo ya por qué, que todos llevaban a ti, hasta tus campos de avena empapada de rocío que parecía aguacero para refrescarnos juntos y aliviarnos de las inclemencias.

Me detengo en tu fe, en tu verdad absoluta, en tu ignorancia de no haber conocido la intención. Me develas qué es vivir en esto. 

Entiendo ahora que somos lo que somos tan solo en la medida que la intención nos desengañaba, cuando abriendo mis ojos infinitos no quería comprender por qué derrumbaban mi mundo o incendiaban mis sueños de niña.
Apeñas recuerdo si tuve inocencia Avena, pero tú eres un hecho, como yo nací también inocente.
Intento ahora comprender que se perdió como los objetos que no conservé porque un día se me quedaron olvidados y algunos Avena, no los recuerdo, no sé ya si los tuve o simplemente los ignoro, como mi inocencia.

Y después, no, no construirás de nuevo tus castillos, ni regarás tus sueños incenciados. A veces esto te hará odiar, como a mí, o tal vez no.
Si yo pudiera, si yo supiera guardar el centeno, si hubiera podido resguardar a tu madre, si todos fuéramos eternamente niños y viviéramos correteando a través de tus campos de avena.

Mientras tanto el tiempo se me pasa y no quiero aferrarme a las cosas temporales. 
Esta mañana temprana me acompañan mis poetas y los nombro, los repito cómplices desde este silencio extraño que es el sonido del teclado.
Apuro mi vida como si como si fuera ya breve, para no dejar de chupar cada espiga de trigo que nos está creciendo en tus campos de avena que yo cuido cada día.

Abro entre mis dedos los granos de los campos, recolecto la semilla, puñaditos del aire que respiramos y que anega las acequias con la lluvia del rocío. Te miro y se me pasa la mañana, y los colores del día nos destiñen los rostros. Hoy no me miras, porque no puedes verme. 
Otro día, un día nuevo que coloreo en mi calendario, un día más para que crezcan las espigas que recogeremos en verano, cuando juntos bajemos a tus campos y celebremos la cosecha puñados de alegría.



lunes, 8 de mayo de 2023

Sopa de avena

Sopa de avena para cenar 

dabas a tus caballos


Avena, era de noche y tú, incesante en la cocina, afanado en ti, como es tu hábito cuando soledas, cuando los demás te admiramos y miramos y te olvidamos y entonces, iniciamos conversaciones de las que mueren al comenzar y en ese breve instante aparecen las líneas que entonces nos desunen y de pronto huele a sopa, sopa de avena para tus caballos, los llamas y vuelven a casa antes de que termine la noche, antes de que tú también te duermas.

Nosotros callamos y sonreímos a tu espalda, como para que no veas que deseamos imitarte, porque sentimos pudor de estarte mirando sin hablar, de perder el hilo de las conversaciones, de deternenos parando el momento en ti, otra vez. 

Resuena la noche, bostezas sin sueño, no quieres cerrar los ojos, miras a la luna y pronuncias su nombre entre medias risas, buscas nuestra mirada para que te aprobemos e invitemos, para que tal vez te imitemos.

Te duermes.