jueves, 13 de marzo de 2014

...sunday...espirales...

En las tardes de verano...


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Puedes entrar en el agujero o estar en el agujero, puedes caer por la rampa invisible y creer que estás escribiendo canciones, puedes soñar, sin soñar, y recoger la madeja que dejó tu madre descuidadamente sobre el  brazo del sofá e intentar tocarla sin tocarla y soñar que te has dormido con la ropa del miércoles por la noche y sentirte en una nada de cuatro paredes que se ha secado de tanto esperar.
Puedes caer por el agujero, sin darte cuenta, sin saltar, sin mirar, sin pensar, pero estás cayendo, caes sin reconocer tu cuerpo y tampoco te miras desde el borde del agujero. Alicia hace mucho que llegó a la fiesta, que toma el resto de su bizcocho mojado en té y que ya se le ha quedado frío de tanto esperar. Alicia ya no se acuerda de ti, hace mucho tiempo que miró hacia atrás y te vio cayendo. Alicia está vestida, su delantal no se ha manchado en el camino, las raíces son tan solo visiones, sueños o pesadillas, pero Alicia no tiene miedo, no siente cada noche el contacto caliente de todas las presencias.
Tu cama está mojada, tu cama se encharca del sobrante de tu cuerpo, te pierdes en tus sueños que no son agujeros, que no pertenecen a países a lugares a tiempos. Y todos vuelven, todos se sientan en el borde de tu cama, para hablarte al mismo tiempo, en distintas sintonías que tú no puedes absorber, porque tu cuerpo está sudado y pejagoso y las manos se resbalan por tu piel, en la noche, sin que puedan rozarte. 
Y no puedes pensar, porque la cabeza se va desgastando y se funden las ideas y el alienamiento y la pesadez y te encuentras a ti misma sin poder verte. Ves el ojo, el agujero oscuro.
Y creas nadas invisibles que ni tan siquiera tú puedes ver y te olvidas del aire que deja tu cuerpo al pasar, porque ya no hay nada, pero creas estructuras invisibles cargadas de sinsentidos y canciones imposibles y trazos incoloros con pinceles chinos. Y te inventas para no olvidarte, para no dejar de mirarte a ti misma, cayendo por el agujero, como hacía Alicia.


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