jueves, 9 de febrero de 2017

Isla 6


Una casa en el cielo

Hoy, he visto toda la ciudad de Londres desde la torre de mi barco. La ciudad giraba en torno a nosotros, mi vigía, y yo. El barco permacía, estaba sobre la superficie del mar y nosotros, abrazados, nos hemos besado hasta la caída del sol con nuestras bocas resecas y marcadas en las comisuras por la saliva seca y amarillenta que provoca nuestra carencia de agua. 
Mi vigía me mira a los ojos y me sostiene la mirada, existo hoy, soy. 

El sol se ha puesto, bajamos de la torre despacio, yo paso primero, él me sostiene dignamente, me 
lleva al lecho, me desnuda, me lame y me posee. Después nos dormimos.

Una casa en el cielo, una casa entre las nubes, pastel y sol que ciega, la luz que se derrama por nuestras pieles sin rozarnos. La ciudad de Londres, gira, gira, gira, gira, mientras nos estábamos mirando.

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