viernes, 14 de septiembre de 2012

Agarraos


- ¿Baile?
- ¿Cómo dice?
- Baile
- Y..?
- ¡Bah!

Y cada uno salió por una de las puertas de la cafetería.

Yo me los encontré después, en el cine, quise preguntarles cómo se encontraban, por sus gestos estaban verdaderamente tristes, verdaderamente tristes, pero no me atreví. Me quedé petrificado, mirando sus siluetas desaparecer en el contrasol de la calle Atocha. Eran como todos, realmente nada les diferenciaba del resto de peatones, sin embargo para mí eran especiales. Se habían colado en uno de los párrafos del Orlando mientras leía en el vagón número 4 de la línea 10. Me recordaron de pronto una absurda canción y decidí cerrar el libro para mirar fijamente la pasta hasta que llegase a casa. Aún me quedaban 20' pero tal vez seguiría mirándola fijamente al salir del metro, mientras caminara por la calle. 
Tal vez.

- ¡Oh! ¡No! ¡Otra vez me he quedado dormida!...(respiración cansada) Otra vez tengo ganas de vomitar. 
Me pregunto cuándo acabará esta náusea interminable.

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