lunes, 24 de septiembre de 2012

Volar


Hay días que entre las montañas apenas sale el sol, se refugia una sombra macilenta y saltea las charcas. Hay días como nubes que se estampan contra tu cara y se te retuercen entre los resquicios de los dedos. No hay días. Dame un solo día más, solo un día, solo uno para dejar todo, dijo mientras volaba, mientras oteaba su escultura desierta y de estatua. Pero ya nadie lo escuchaba, porque era de aire, como siempre había imaginado en su niñez, cuando jugaba a ser globo y se imaginaba flotando entre las nubes, oteando lo escondido para después memorizarlo. ¿Cantaba una canción?
Como una figura de Chagall, como una fina figura de Chagall que no puede estamparse como las nubes, pero que se enreda en ellas. El globo cuelga de una cuerda o era la cuerda la que colgaba del globo, ya no recuerdo el juego, ¿qué? ¿qué? ¿qué?....
..... y se quedó prendido de una sílaba, sin articular palabra, tan solo intentando memorizarla, memorizarla, memorizarla.

No hay comentarios: